“Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.”
Mateo 6:6 NVI
Esto sentía al Señor decir mientras estaba en un tiempo de alabanza y adoración:
“Mantente en mi Reposo, no quites la vista de mi. Oye, este es el lugar donde Yo quiero que siempre estés para que nada te toque. Este es el lugar donde estarás protegida de las asechanzas del enemigo sobre tu casa y sobre tu vida. Este es el lugar donde yo quiero que estés todos los días de tu vida. Anhela estar aquí en mi presencia. En mi presencia estás protegida.”
Sueño. Me vi en un lugar peligroso afuera ayudando a alguien. Tan pronto terminé de ayudar vi una plaga volar hacia a mi (un ataque del enemigo). Recuerdo entrar a la casa y cerrar la puerta detrás de mi. Me di cuenta que ningún mal lograba pegarse a mi dentro de aquel lugar.
Hay un lugar en Dios al que todo creyente que se lo proponga puede accesar, pues las puertas fueron abiertas a través de Cristo.
“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.”Salmos 91:1 NVI
Este es el lugar de su reposo, solo el de manos limpias y corazón puro lo experimenta.
“¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos.”
Salmos 24:3-4 NVI
¿Cómo puedo entrar a ese lugar santo, para que pueda ser acogido bajo la sombra del Todopoderoso?
“Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.”
Salmos 100:4 NVI
El agradecimiento y la alabanza al Señor son armas de guerra poderosas. El uso constante mantiene el mal lejos de ti, porque la presencia de Dios está en medio del pueblo que le alaba.
“Sin embargo, tú eres santo, que habitas entre las alabanzas de Israel.”
Salmos 22:3 LBLA
El Señor habita en medio de las alabanza de los que le temen, en esa presencia nada vil permanece. Todo lo que no es de Dios se quema. Toda impureza comienza a deshacerse dentro de ti. Por lo tanto, cuando el enemigo se te aproxima y encuentra que tu corazón está siendo transformado por el fuego de Dios, entonces tiene cada vez menos formas de atacarte, porque tus tendencias pecaminosas están siendo pulverizadas y tu corazón pulido por ese fuego.
Desafortunadamente, no todos los creyentes conocen ese lugar en Dios, no todos lo han experimentado. A pesar de que tienen acceso por el Sacrificio de Cristo.
¿Qué podría estar sucediendo?
Estas son solo algunas de las razones:
1. Incredulidad:
“En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”
Hebreos 11:6 NVI
2. Ignorancia:
“Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento.”
Oseas 4:6(a) LBLA
3. Justicia propia:
“El Señor es excelso, pero toma en cuenta a los humildes y mira de lejos a los orgullosos.”
Salmos 138:6 NVI
*Esta es la manera de acercarnos al Señor:
“si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos a las oraciones que se eleven en este lugar.”
2 Crónicas 7:14-15 NVI
Y cuando te hayas acercado lo único que resta es PRACTICAR SU PRESENCIA entrando por sus puertas con acción de gracia y alabanza.
Esto no es solo cantar, (aunque alabarle con cánticos es algo que a El le agrada). Mas bien, es un estilo de vida en obediencia y sujeción. Es amarlo con todas tus fuerzas. El Señor dice que sus amigos son aquellos que obedecen sus mandamientos (Jn. 15:14). Esto va más allá de cantar coritos mi gente.
En ese lugar secreto nada te toca. Cuando algo malo se aproxima a tu vida el Señor mismo pelea por ti, haciendo que tus enemigos (espirituales) huyan y sean avergonzados. Como lo dice aquí:
“Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará.Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna.”
Salmos 91:3-7, 9-12 NVI
Es en este lugar que aprendes a escuchar la voz de Dios. Aquí el Señor te revela sus propósitos para tu vida y recibes dirección.
“Esto es lo que dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar.” Isaías 48:17 NVI
““Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.””
Jeremías 33:3 NVI
Algunos saben de lo que estoy hablando. Sin embargo, estoy segura que hay muchos otros que no saben entrar ni habitar en ese lugar secreto. Algunos están clamando por más de Dios en estos momentos. Por eso te escribo estas palabras. Espero te sirvan de guía.
Practica! Corre esta carrera para ganar el primer lugar, juega según las reglas del juego.
“Así mismo, el atleta no recibe la corona de vencedor si no compite según el reglamento.”
2 Timoteo 2:5 NVI
Si no practicas no podrás ver los resultados. Mas si te propones en el corazón ir tras el Señor, ciertamente entrarás a ese lugar porque es su promesa para ti.
Por último, enamórate de Su Palabra. A través de ella conocerás el carácter de Dios y lo que hay en Su corazón. De esta forma guardarás tu corazón de ser engañado.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.”
2 Timoteo 3:16-17 NVI
Oración,
Señor, gracias por tu maravilloso amor por mi. Gracias por preparar un lugar seguro y hacerlo disponible para mi. Perdóname si he perdido el tiempo permaneciendo fuera de este lugar. Enséñame a entrar y hacer de este lugar secreto mi habitación. En el nombre de Jesús. Amén.
Recibe esta palabra en el tenor del Señor.
Bendiciones!
Jireh Gerch
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